Suministros industriales: saber elegir entre cantidad y calidad
Todos hemos oído el dicho "calidad antes que cantidad" y quizá hayamos llegado a comprender su valor a lo largo de nuestra trayectoria en el sector de los suministros industriales. Sin embargo, en el panorama empresarial actual, es muy difícil que esta retórica se cumpla.
Las empresas se construyen con el objetivo de ganar tanto dinero como sea posible en el menor plazo de tiempo y con los mayores márgenes posibles. Y como resultado, los industriales que compran suministros se enfrentan a una elección poco envidiable entre cantidad y calidad. He aquí algunos aspectos que debe tener en cuenta antes de tomar una decisión.
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¿Calidad o cantidad?
Crear productos únicos de alta calidad con suministros de alta calidad suele ser bastante caro y requiere mucho tiempo, ya que hay que venderlos a precios mucho más altos, que no son necesariamente atractivos para el comprador, para obtener beneficios. Por otro lado, tenemos productos de menor calidad que se producen rápidamente en fábricas subcontratadas con suministros más baratos y el mínimo tiempo invertido por producto. Esta suele ser la opción mucho más rentable, ya que tiene mayores márgenes y un precio más bajo que resulta mucho más atractivo para los consumidores. Si lo piensa así, está claro que mantener estos estándares de alta calidad podría inhibir tanto el crecimiento como la rentabilidad de su negocio, por no mencionar que es mucho más difícil seguir el ritmo de la demanda de los consumidores. Como distribuidor, debe plantearse seriamente si desea distribuir suministros de mayor calidad y arriesgarse a no obtener tantos beneficios o si está dispuesto a asociar su nombre a la distribución de suministros industriales de calidad inferior.
Sin embargo, no hay que descartar por completo la importancia de la calidad frente a la cantidad. Gracias a la llegada de Internet, las reseñas en línea y similares, las noticias corren deprisa. En la mayoría de los casos, los consumidores modernos recurren a Internet para buscar opiniones y críticas antes de plantearse la compra. Cualquier crítica negativa o desfavorable está a un clic de distancia, por lo que si se sabe que sus suministros son de mala calidad, podría ver rápidamente dañadas sus ventas y, lo que es más importante, su reputación. Una reputación dañada puede ser perjudicial para su negocio, ya que con las innovaciones tecnológicas actuales, los consumidores pueden comprar a cualquiera y en cualquier lugar sin apenas complicaciones.
Cuando pensamos en la calidad de un producto en general, debemos pensar en cómo está diseñado. Lo ideal es que un equipo de diseño de productos cree diseños atractivos manteniendo los costes bajo control, es decir, creando la ilusión de un producto caro que en realidad es barato de fabricar. Esto no significa recortar gastos o disminuir la calidad del producto. El objetivo debe ser reducir el número de componentes necesarios. Esto significa racionalizar el diseño y eliminar redundancias. Esto no sólo minimiza los costes, sino que, además, si al cliente le gusta el aspecto del producto y disfruta con su uso, volverá a comprarlo.
Cumplir al menos un nivel básico de normas de calidad es vital; de lo contrario, podría ganarse la reputación de fabricar productos de calidad inferior, con una vida útil corta y de mala calidad. Esto puede dañar su imagen de marca y su longevidad. Los beneficios de tener una reputación positiva son abundantes y nunca han sido tan importantes como hoy en día, teniendo en cuenta la velocidad a la que se corre la voz, como he mencionado anteriormente. Entonces, ¿qué debe elegir? ¿Calidad o cantidad?
Conclusión
Bueno, como en muchas áreas de la vida y los negocios, hay que encontrar un equilibrio entre ambas. Una empresa nunca debe renunciar por completo a la calidad en aras de la cantidad, pero al mismo tiempo, puede tener mucho sentido rebajar ligeramente los niveles de calidad para obtener más beneficios al distribuir estos suministros industriales. En el sector de los suministros industriales, la calidad es un factor clave que no debe pasarse por alto.
Aquí lo tiene Una pequeña lección sobre cómo elegir entre calidad y cantidad. Puede parecer una decisión compleja, ya que se ve obligado a elegir entre la integridad de su empresa y la obtención de unos beneficios que a menudo son muy necesarios, pero es mucho más sencillo de lo que cree.
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